El traductor jurado no asume ninguna responsabilidad sobre la veracidad de los documentos que traduce. Solo es responsable de jurar la fidelidad de su traducción. A continuación, ofrecemos más información sobre esta casuística:
¿Qué entendemos por traductor jurado?
Un traductor jurado es aquel habilitado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación que aparte de realizar la traducción, certificará con su firma y sello la fidelidad y exactitud de sus traducciones.
Leyes y reglamentos por los que se guía un traductor jurado
La traducción jurada se rige principalmente por el Real Decreto 724/2020, de 4 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento de la Oficina de Interpretación de Lenguas del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. Se trata de la última actualización en materia de traducción e interpretación, tras haber derogado y reformado distintas leyes desde 1977. La ley de ese año creó el primer “Reglamento de la Oficina de Interpretación de Lenguas”, nombrando a la misma como la institución responsable de la Traducción e Interpretación en España.
¿Qué responsabilidades tiene un traductor jurado?
Verificación del documento original: Aunque un traductor jurado no es responsable de la autenticidad del documento original, es aconsejable que ejerza cierto nivel de diligencia para identificar posibles irregularidades evidentes y, en caso de dudas, consultar con las autoridades pertinentes o rechazar el encargo.
Responsabilidad ética: Más allá de la responsabilidad legal, los traductores jurados también deben adherirse a un código ético profesional, que incluye la integridad, confidencialidad y precisión en su trabajo.
Formación y actualización continua: Es importante que los traductores jurados se mantengan actualizados en cuanto a las leyes y regulaciones que afectan su trabajo, así como en los idiomas con los que trabajan.
Relación con otros profesionales: En algunos casos, puede ser beneficioso para el traductor jurado colaborar con abogados o expertos en documentación para comprender mejor el contexto y la legalidad de los documentos que traducen.
¿Qué consecuencias penales tendría un traductor jurado ante un documento fake?
Por norma general, los traductores no se verán afectados por ninguna consecuencia penal si el documento original es falso, ya que no somos responsables de su veracidad, sino de su traducción.
Sin embargo, hay que señalar que el traductor se debe limitar siempre a trasladar el contenido del documento original, no pudiendo cambiar ni modificar ningún dato a petición del cliente, porque esto supondría la falsificación de la traducción, y por lo tanto podría desencadenar en un delito penal como la falsedad documental. Este delito tiene serias repercusiones y se castiga con multas elevadas y penas de prisión